Por primera vez en mucho tiempo, las diferentes familias de artistas rumberos barceloneses, gitanos y payos, aparcaban sus diferencias sobre el pasado y se sentaban en una misma mesa para hablar del presente y sobre todo del futuro de la rumba catalana. En diciembre de 2008 tuvo lugar en Barcelona el Primer Simpòsium Nacional de la Rumba Catalana. Diferentes agentes y actores sociales del género, que se dieron cita en el Centre Artesà Tradicionarius (CAT) del barrio de Gracia, acordaron unir esfuerzos para promover este estilo musical y fundaron una nueva entidad.